Las empresas y sus sitios web corporativos
Alicante, 20 de febrero de 2008 – En su origen, Internet fue concebido como un medio de transmisión de información militar y científica. Con el paso del tiempo, la Red fue desarrollándose y dio cabida a distintas manifestaciones lúdicas. El uso puramente empresarial tardó algo más en extenderse. Hace solo cinco años pocas empresas ajenas al sector de las tecnologías de la información y la comunicación contaban con sitios web corporativos. Hoy en día, tener una sede web se está convirtiendo en una necesidad para la mayoría de las empresas, independientemente de su tamaño o su volumen de facturación.
Tener presencia en el medio digital conlleva importantes ventajas:
Permite a las empresas presentar de forma atractiva sus cartas de productos y servicios, facilitando las acciones de marketing en el medio presencial (pueden ser la mejor tarjeta de visita).
- Facilita la llegada a nuevos clientes potenciales, alejados geográficamente del centro presencial de venta y distribución.
- Permite a la empresa competir en nuevos mercados, luchando por el posicionamiento en los buscadores.
- Abre un nuevo canal de venta, tanto directa (por medio de tiendas digitales) como indirecta (fomentando el contacto del cliente con la empresa).
- Facilita la realización de actividades promocionales de bajo coste en el medio digital (por ejemplo, utilizando el e-mail marketing).
- Puede generar ingresos extra para las empresas (gracias a la introducción de publicidad de terceros, en distintas modalidades como pago por clic, por impresión, por venta, etc.).
- Y puede ayudar al posicionamiento general de la empresa en relación con su competencia directa.
A la hora de plantearse la creación de una sede web corporativa, el empresario debe tener en consideración una serie de premisas básicas:
- Debe tener claros sus objetivos y priorizarlos para prestar especial atención en los más importantes (buscar la venta presencial o en línea de productos y servicios, mejorar la imagen de la empresa, buscar nuevos clientes y la introducción en nuevos mercados, dar muestras de compromiso social, etc.).
- Ha de elegir cuidadosamente las palabras y expresiones clave que servirán para describir los productos y servicios que la empresa comercialice.
- Tiene que organizar y presentar los contenidos del sitio de forma clara y directa, para facilitar la navegabilidad y la comprensión de la web.
- Debe cuidar particularmente la presentación de la página principal, ya que será el escaparate del sitio y, en la mayoría de las ocasiones, generará la primera impresión en el visitante.
- Ha de cuidar los textos y las imágenes del sitio, ya que de ambos tipos de contenidos dependerá la capacidad de captación y fidelización de usuarios y clientes.
- Debe referenciar por medio de enlaces los sitios web de sus clientes y colaboradores, y solicitar como contraprestación el intercambio de links con ellos.
En la actualidad, los empresarios que deseen tener presencia en Internet pueden encontrar muchas facilidades tanto económicas como técnicas para poder disponer de su propio sitio. Existen distintas subvenciones públicas que pueden ayudar a sufragar los gastos derivados de la producción de su web y soluciones tecnológicas que, además de aminorar dichos costes, facilitan hasta un grado prácticamente impensable hace algunos años las tareas de edición y publicación de contenidos en la Red.
El Taller Digital ofrece a las empresas la utilización de un sistema de administración y publicación de contenidos digitales (Content Management System), que permite a los empresarios y a sus equipos de trabajo crear y actualizar sus sitios web de una forma tan ágil como sencilla. Dicho sistema únicamente requiere que el responsable de contenidos en la empresa tenga conocimientos básicos de procesador de textos (como, por ejemplo, Microsoft Word) y que conozca la estructura de navegación del sitio, es decir, la forma en que desea publicar los contenidos.
Junto a este servicio, el Taller Digital también ofrece a las empresas opciones complementarias, que pueden facilitar tareas habituales relacionadas con el trato cotidiano con los clientes o los propios trabajadores. En relación con los clientes, puede habilitar, por ejemplo, un canal de envío directo de información (comunicados, facturas, seguimiento de pedidos, etc.) o una tienda virtual. Y en cuanto a los trabajadores, puede desarrollar una red local que permita gestionar aspectos como el flujo de trabajo o cuestiones relacionadas con la gestión de recursos humanos.
Antonio Carrasco Rodríguez
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